He conocido pocas ciudades tan fascinantes como la Salamanca de los años setenta, pero sé que nunca podré volver a visitarla. Porque ya no existe.
Este blog pretende evocar algunos fantasmas de aquella Salamanca entrañable que se esfumó.
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Hola! Acabo de descubrir tu blog y me encanta. La presentación del blog no puede ser mejor y me apunto a ese viaje a la Salamanca que ya no existe y a evocar fantasmas.
ResponderEliminarHola, he leído con avidez todas las entradas y aunque soy unos años menor, recuerdo muchos de los lugares que citas. Mi hermano y yo llegamos a Salamanca para iniciar el curso 1977-1978 en el internado de uno de los colegios nombrados en una de las entradas. Eramos apenas unos niños. Mi padre nos hizo socios de la Unión y cada quince días, coincidiendo con que el equipo jugaba en casa, se acercaba con mi madre a vernos y, de paso, a ver el partido, aunque yo siempre creí que iba a ver el partido y de paso nos veía a nosotros. Vuelvo a Salamanca muy de vez en cuando; aprovecho para pasear, pensar y recordar tantos sitios, tanta gente, tantas vivencias que durante catorce años viví en esa ciudad y coincido plenamente: aquella Salamanca ya no existe.
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